Tener a una persona todo
el día en la cabeza es bueno y malo, como todo a su justa medida es perfecto
pero en exceso es perjudicial porque no te puedes concentrar en otras cosas,
hay que dosificar porque es cuando se disfruta.
Hay inspiraciones que no acaban nunca porque son buenas y salen cosas bonitas de ellas…Pero en cambio hay otras que vienen escribe algo y luego se van igual que han venido.
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