Algunas veces
escribimos cosas para una persona, pero pensamos en otro, porque nuestro pensamiento
más profundo está más pendiente de en quien está en nuestra cabeza, en vez de
pensar a quien va dirigido. A mí cuando me pasa me siento mal porque es como si
a la persona a la que se lo estoy escribiendo fuera menos importante que en la
que está en mi pensamiento.
Cada día vamos aprendiendo cosas y muchas de ellas hacen que estemos más mal porque nos hace ver que lo que pensábamos era todo lo contrario o algo muy distinto. Le decimos a mucha gente que tiene razón muchas veces es por no discutir en cambio hay otras que se dicen por qué es lo que pensamos de verdad.
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