Todos
somos capaces de sorprender a cualquier persona en cualquier momento. No hace
falta regalar nada, solo tenemos que ser nosotros mismos y comportarnos como el
cuerpo y la cabeza nos piden. De esa manera demostramos a quien tenemos al lado como somos y que se puede soltar y no reprimir lo que se siente o lo que tengamos ganas de hacer.
Cada día vamos aprendiendo cosas y muchas de ellas hacen que estemos más mal porque nos hace ver que lo que pensábamos era todo lo contrario o algo muy distinto. Le decimos a mucha gente que tiene razón muchas veces es por no discutir en cambio hay otras que se dicen por qué es lo que pensamos de verdad.
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